Paul Chapel III, ex-maesto de tercer grado de la Escuela Primaria Telfair en Pacoima, fue condenado a 25 años de prisión en 2012 después de ser declarado culpable de cometer actos lascivos con 13 niños.
Dos de los niños que sufrieron abusos por parte de su maestro de primaria en “Los Angeles Unified School District” se llevarán 3 millones de dólares cada uno en compensaciones.
Un jurado de Los Ángeles deliberó durante sólo unas horas antes de decidir que el distrito escolar debería de pagar a los chicos mucho más de lo que se ofreció a compensar los abusos de Paul Chapel III. Chapel fue condenado a una pena de prisión de 25 años por estos delitos.
“Los Angeles Unified School District” había aceptado la responsabilidad por negligencia en la contratación y supervisión de Chapel, que fue acusado de besar y tocar a los niños, uno en los genitales, en 2011, uno en los genitales. Sólo ofrecieron 490.000$ a un niño y un algo menos al otro. Los abogados de los demandantes solicitaron más de 5 millones cada uno.
John Manly, abogado de los chicos, elogió el jurado y arremetió contra el distrito escolar, diciendo que podría haber resuelto el caso por mucho menos. "Este es una mancha negra para el distrito. Lo que demuestra la sentencia, es que los miembros del jurado de esta ciudad, no van a quedarse de brazos cruzados frente a un distrito escolar que no hacer frente eficazmente a los abusadores."
Funcionarios del distrito dijeron que estaban revisando el veredicto y no que realizarían ningún comentario.
Craig Barnes, quien representó al distrito durante el juicio, dijo a los jurados que los chicos habían concluido su tratamiento médico y que parecían estar bien, tenían buenas notas académicas, contaban con convertirse en médicos y eran aficionados al skate y al baloncesto. La compensación que ofrecieron ayudaría a los chicos a pagar por la atención médica, las tutorías, la visitas a las Universidades, las escuelas de verano, viajes y la matrícula en cualquiera de las mejores universidades.
Pero Vince Finaldi, quien también representó a los chicos, recordó al jurado que uno de los muchachos que testificó aún sufre pesadillas de que Chapel lo persigue y además ya no confía en los profesores. El otro chico, aunque menos dispuestos a hablar sobre el abuso, está ansioso y tiene miedo de ser secuestrado, según el fiscal dijera al jurado. "Las cicatrices de abuso sexual no van a desaparecer. Es como si hubiera cometido el asesinato emocional de una parte de su vida."
Manly criticó la estrategia legal del distrito de tratar de atribuir algunos de los traumas de los niños a su dura vida en el barrio de Pacoima y a la pérdida de seres queridos. "Usaron estos hechos contra ellos.”
Un punto clave de la discordia fue la credibilidad de los respectivos expertos de ambas partes.
En su alegato final, Finaldi trató de poner en duda el testimonio del perito del distrito, Janine Shelby, una especialista en traumas infantiles y profesora asociada en el Centro Médico Harbor-UCLA. Shelby dijo al jurado que la investigación sugiere que la mitad de las víctimas de trauma suele recuperarse a los tres meses, pero también reveló que el estudio incluía a adultos y no se limitaba a las víctimas de abuso sexual.
Barnes, por su parte, criticó al experto de los demandantes, el psiquiatra de Beverly Hills, Brian Jacks, por incluir dentro de la investigación sobre los traumas, sus propios juicios especulativos.
Chapel fue contratado en 1988 y conservó su puesto de profesor a pesar de haber sido detenido y juzgado en 1997 por el presunto abuso sexual del hijo de un vecino. En ese caso el jurado estuvo en desacuerdo y la fiscalía decidió no volver a intentarlo. Los funcionarios de educación del estado devolvieron las credenciales de profesor a Chapel.
Además, varios maestros en las primeras escuelas del distrito en las que trabajó, la Escuela de Primaria Beverly Hills en Northridge y la Escuela de Telfair, se habían quejado de su comportamiento, de acuerdo con varios documentos. Los maestros dijeron Chapel colocaba a los niños en su regazo y cerraba la puerta de su clase durante el almuerzo, cuando tenía estudiantes dentro. Además también había tratado de llevarlos a excursiones no autorizadas.
En marzo de 2011, un padre se quejó ante el entonces Director de Telfair, Alfonso Jiménez, que Chapel besaba a los niños y a as niñas clase. Jiménez entrevistó a varios niños y confirmó las acusaciones, pero permitió Chapel dar clases durante seis semanas más, hasta que se retiró 15 de abril.