Las autoridades francesas y belgas rastrearon este sábado a los responsables de la masacre del viernes en París. Los líderes mundiales pidieron acción inmediata en contra de los monstruos responsables de uno de los ataques más atroces que ha sufrido Francia en décadas.
Los presidentes Barack Obama y Vladimir Putin fueron vistos durante la cumbre económica de Turquía en una conversación privada. La Casa Blanca declaró más tarde que los líderes reflexionaban sobre cómo ayudar a poner fin a la guerra civil en Siria, lo que probablemente está conectado con el derramamiento de sangre en la Ciudad de París.
El mes pasado, Rusia lanzó ataques aéreos contra los insurgentes que luchan frente el gobierno del presidente Sirio, Bashar al Assad; un conflicto que provocó la migración masiva de refugiados de Siria a Europa. Se ha especulado que algunos atacantes entraron en París con las hordas de refugiados, una teoría que ha sido negada por los funcionarios.
Se reportaron siete personas detenidas en Bélgica el sábado en la tarde, en conexión con la serie de atentados que dejaron a 129 personas fallecidas y cientos de heridos. Un oficial belga, que se mantuvo en el anonimato, informó de las detenciones sin dar más detalles.
Las detenciones fueron realizadas el mismo día que los oficiales franceses arrestaron a la familia del bombardero suicida de 29 años, Mostefai, de nacionalidad francesa. Los oficiales franceses dijeron que el padre, el hermano, y otros familiares de Mostefai estaban siendo interrogados.
Mostefai era ya conocido por las autoridades por sus lazos con el radicalismo Islámico. Los oficiales lo identificaron por un dedo que se desprendió de su cuerpo encontrado entre los escombros del Teatro de Bataclan, donde ocurrió uno de los ataques.
Las autoridades además encontraron un automóvil en los suburbios de París, el cual se cree haber sido el transporte de los asaltantes que atacaron el restaurant del centro de París. Los investigadores reportaron haber encontrado armamento en el SEAT León negro, que se encontraba a cuatro millas del lugar.
Los líderes mundiales demandaron duras represalias contra los militantes Islámicos que atacaron el corazón de Francia. El grupo ISIS, declaró su responsabilidad ante los eventos del viernes.
El ex presidente de Francia Nicolas Sarkozy apeló al presidente Francois Hollande a que se unieran a la batalla de Rusia contra Siria.
“Estamos en guerra”, dio Sarkozy, el líder del partido Republicano del país, pidiendo cambios drásticos en la seguridad nacional francesa, después de la reunión sostenida con Hollande.
Como los líderes mundiales se reunían en Turquía para la cumbre G-20, el presidente Obama prometió solidaridad hacia Francia, llamando a los eventos del viernes como “un ataque a un mundo civilizado”, con víctimas provenientes de varias partes del mundo incluyendo los Estados Unidos, Chile, México y España.
Fuente: nydailynews