Los trabajadores de la ciudad realizaron un impresionante descubrimiento esta semana, cuando se toparon con una bóveda subterránea del siglo 19, que a su vez, los llevó al descubrimiento de una segunda bóveda. Ambas contenían esqueletos y fueron halladas en el borde del Parque Washington Square.
Los contratistas del departamento de diseño y construcción trataban de desenterrar una tubería principal de agua con cerca de 100 años de antigüedad, para sustituirla con un nuevo sistema de distribución de agua, cuando se toparon con la bóveda subterránea.
Los trabajadores encontraron la tumba el martes, esto llevó al descubrimiento de una segunda tumba este jueves. Ambas son bóvedas de piedra con techos en forma de arco y puertas de madera.
El comisionado Feniosky Peña comentó este jueves: “Estábamos realizando nuestro trabajo para crear tres conexiones principales de agua para este vecindario cuando conseguimos la bóveda”, además comentó, “Pero en realidad eran 2 bóvedas”.
La primera bóveda contenía esqueletos esparcidos de al menos 10 personas, mientras que la segunda, que estaba al lado de la primera, tenía aproximadamente 20 ataúdes intactos.
Las bóvedas históricas están conectadas a una de dos congregaciones religiosas, cuyos miembros fueron enterrados aquí, comentó la Arqueóloga Alyssa Loorya, cuya compañía es contratada cada vez que un proyecto de construcción se realiza en lugares arqueológicos sensibles.
Loorya fue inmediatamente al lugar el martes, cuando recibió un mensaje de texto de un trabajador acerca de la bóveda. Los arqueólogos utilizarán fotografías de alta definición para identificar los nombres en las tumbas y determinar cuántos restos hay dentro de las bóvedas.
Loorya comentó: “La política de la ciudad indica que debemos dejar las tumbas intactas y en su lugar. Por lo que no vamos a entrar a la bóveda”. Además dijo, “Estas personas fueron enterradas y nosotros respetamos eso, por lo que documentaremos lo posible desde el aquí y con la pequeña visión que tengamos”.
Los arqueólogos investigaron las bóvedas este jueves, para recompilar toda la información posible.
“Es muy significativo”, dijo Looyra. “Usualmente encontramos pequeños pedazos de envases y objetos y con ellos podemos aprender mucho del pasado. Pero, ser capaces de poner nombres para conmemorar a estas personas, es diferente, en vez de ver el nombre solo en un documento. Esto muy real”.
Luego de la Guerra de la Revolución, Washington Square fue utilizado como un cementerio público, sobre todo para las personas pobres que sucumbieron por la fiebre amarilla.
Los arqueólogos descubrieron esqueletos de cuatro cuerpos en enero del 2008 mientras realizaban pruebas de suelo para una restauración del parque.
El departamento de diseño y Construcción ha detenido sus trabajos en el lugar, y en estos momentos, se encuentra rediseñando el proyecto para evitar cualquier contacto con las bóvedas encontradas.
Fuente: nypost.com